Gatos y bebés: mitos y realidades de la convivencia

¿Has sido madre/padre o estás pensando en serlo en un futuro cercano? En ese caso seguro que quieres saber cuál es la relación entre gatos y bebés para acostumbrarte a lo que supondrá tener una familia numerosa. ¿Se llevarán bien entre ellos? ¿habrá algún problema? ¿serán los mejores amigos del mundo?

gatos y bebés

Miles de madres/padres del mundo entero te dirán, sin dudarlo, que la relación de gatos con bebés es muy beneficiosa, saludable para ambas partes y cargada de experiencias magníficas. El vínculo que se puede crear entre el bebé y el gato tiene capacidad para ser mágico, llegando a generarse una relación tan bonita que no podremos dejar de hacerles fotos cuando estén juntos. Pero lograr esta relación necesita cierto esfuerzo, y en este artículo te vamos a explicar cómo conseguirlo.  🤰🐈

¿Los gatos y los bebés pueden convivir?

Por supuesto, que los gatos y los bebés convivan es algo totalmente recomendable. Existen muchos mitos que pueden inducir al error de pensar que la relación de bebés con gatos no depara buenos resultados. Pero miles de casos y estudios han demostrado que, en realidad, el vínculo entre el gato y el bebé se establecerá en una relación de respeto, amistad y protección.

los gatos y los bebés

El gato entenderá que el bebé es una cría humana y lo tratará con afecto, pero manteniendo las distancias y sin importunarle. Creo que poco a poco la relación de la mascota con el bebé mejorará y se irá desarrollando un vínculo muy fuerte entre ellos, sobre todo si comparten momentos de juego y diversión.

Incluso se podrá ver cómo el gato se convierte en una niñera improvisada, entreteniendo al bebé, acudiendo a su cuna a toda velocidad cuando comience a llorar para ver si le ocurre algo y velando por su seguridad. Claro está, se requiere una supervisión por parte de la familia, pero los gatos son un tipo de animal muy consciente y, sobre todo, inteligente, lo que tiene muchos beneficios para su convivencia con un bebé.

niños y gatos

En mi opinión, los beneficios de crear un vínculo entre gatos y niños se notarán a corto y largo plazo, desarrollándose en el niño una serie de rasgos muy valiosos. Además, aprenderá a relacionarse desde muy pequeño con otros seres vivos y compartirá juegos, emociones y sentimientos con el animal.

Otra forma de potenciar una mejor relación entre los gatos y los bebés es intentar conseguir un entorno lo más limpio posible para ambos. Aquí te dejo un artículo en el que puedes comprobar que las areneros autolimpiables pueden contribuir a lograrlo de forma fácil y sencilla.

Gatos y bebés recién nacidos: presentación

Si queremos que la relación entre gatos y bebés recién nacidos cuaje, tenemos que ser cuidadosos y hacerlo todo de una manera correcta. Es recomendable que, una vez haya nacido el niño y esté reposando en el hospital, llevemos a casa alguna prenda que tenga el olor del niño. Puede ser una mantita u otro elemento similar que el gato tenga la capacidad de oler y tocar.

gatos con bebés

Cuando le demos la prenda al gato para que la huela, tendrás que hacerle muchos mimos y darle algún premio en forma de snack. Eso hará que relacione el olor de una manera positiva y el gato se sentirá feliz por las sensaciones que estará obteniendo.

Lo siguiente es el primer encuentro, y se trata de un momento crítico. Tenemos que enseñar el bebé recién nacido al gato y ver cómo reacciona. Los gatos son curiosos, por lo que hay un 100% de posibilidades de que se acerque. La cuestión será si lo hará con cierto temor, con dudas o con valentía. Considero que no debemos quitar la vista del gato, ni dejar de acariciarle. Se tiene que sentir relajado y querido. Podemos dejar que lo huela para que detecte el olor que ya conoce, pero decidir si dejar que le toque o no dependerá de nosotros.

bebés y gatos en casa

Si tenemos mucha confianza con el gato, podemos dejar que le toque. Seguramente estire la pata con suavidad y cierto temor y palpe un poco al bebé. A esa caricia le podría continuar el típico ronroneo y frote con la cabeza, lo que sería una señal fabulosa. Pero si no nos fiamos del gato lo podemos apartar suavemente, sin que parezca que es un castigo o algo que no le permitimos.

Tanto si el primer contacto es bueno o no, tiene que ser breve y dejar que la relación vaya fluyendo, que el bebé no parezca lo más importante de repente.

Bebés y gatos en casa: consejos para una buena convivencia

Tener gatos y bebés en casa es una excelente idea, pero para asegurarte una buena convivencia entre ambos, te recomendamos que tengas en cuenta los siguientes consejos:

  • Ten siempre un ojo en el bebé cuando el gato esté cerca. Sobre todo, hasta que la relación se solidifique, no sabes qué podría pasar por la cabeza de tu mascota, aunque en mi opinión, que un gato ataque a un bebé es algo prácticamente imposible.
  • No dejes al gato con acceso a la habitación en la que el bebé duerma solo. Pero tampoco le cierres al gato un cuarto o un lugar que sea especial para él.
  • No hagas cambios bruscos para el gato justo cuando el bebé llegue. Algunos de los peores son cambiar su arenero de posición o los platos de comida y agua. Si tiene que haber cambios deben venir de una planificación previa.
bebés y gatos en casa
  • Deja que el gato extienda su olor por donde quiera para sentirse bien. Es inocuo, así que no debes preocuparte de nada, pero para la mascota es imprescindible. Eso le seguirá dejando claro que esa es su casa y que no hay nadie que vaya a ocupar su espacio.
  • Marca ciertos límites al gato en cuanto a las acciones del bebé, por ejemplo, cuando esté comiendo. Así entenderá que los mismos límites que hay con él, los hay también con el bebé y no molestará cuando esté comiendo o durmiendo.
  • Limpia bien la casa y asegúrate de que no hay ningún objeto sensible a la vista, en especial aquellos que el gato pueda empujar o mover. Piensa en todas las posibilidades por remotas que sean. Prepararse bien significa tener más posibilidades de evitar incidentes.
gatos y bebés recién nacidos
  • Asegúrate de seguir dándole amor a tu gato y que no crea que ha sido desplazado. Él mismo se tiene que ver como parte del equipo “adulto” de la casa capacitado para criar al bebé. Los gatos son muy sensibles y, ante todo, inteligentes emocionalmente. Ellos saben que es una cría humana y entienden cómo se tiene que tratar a una cría sea de la especie que sea.
  • Si tu gato es de una raza que suelta mucho pelo, debes tener cierto cuidado con los pelos de gatos y los bebés recién nacidos, ya que podría pasar que le diera alergia. En este sentido, un gato que suelte poco pelo podría ser un mejor gato para niños.

Gatos y niños: posibles problemas

Por norma general, el resultado más frecuente de la relación gato-niño es bueno, sobre todo con paciencia. No obstante, es cierto que puede haber casos en los que las cosas no salgan bien, al menos inicialmente.

bebés con gatos

Por ejemplo, puede ocurrir que el gato bufe al bebé, sobre todo en alguna situación concreta como cuando el bebé se acerque cuando esté comiendo su pienso para gatos. Si tienes un gato que suela bufar a desconocidos o con cosas que le dan miedo, no será algo raro. Por ejemplo, hay gatos que en cuanto oyen un ruido extraño o se asustan un poco ya sueltan un bufido, incluso aunque no haya nada a su alrededor. Son gatos más sensibles y miedosos que tendrán que perder el miedo y llegar a ver que el niño no es nada peligroso, sino que es una persona como nosotros. También puede haber gatos celosos de los bebés, pero será algo temporal y no hay que darle más importancia.

gatos para niños

En otro orden de cosas, hay algunas enfermedades zoonóticas que se podrían transmitir de gato a niño. Pero para evitarlo hay que llevar al gato al veterinario al menos dos veces al año, ponerle sus vacunas y hacer las desparasitaciones habituales. Así no habrá de qué preocuparse y podrás juntar sin problema al bebé con tu gato.

Juntar gatos con bebés es una excelente idea

Hay pocas cosas tan bonitas que ver cómo tu gato se encariña de tu bebé y cómo se genera una relación de amor entre ellos dos, ya que los gatos y los bebés pueden llegar a ser los mejores compañeros.  Si el gato es joven, hay que pensar que pasará toda su vida en compañía del niño y que, cuando crezca un poco, será su mejor amigo. Por eso es importante fomentar que tengan un buen inicio de relación y que lleguemos a ver crecer la relación entre ambos. Cuando eso ocurra, será algo que no olvidaremos.

gatos y niños
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